
Julio Galán. Los cómplices,
1987 Oleo / tela. 190 x 230 cms. Col. Galería Enrique Guerrero

Julio Galán. Mi
segundo pecado, 1994, mixta sobre tela, 130 x 190 cm.

Julio
Galán. Ya, 1988, óleo y acrílico sobre
tela, 198 x 159 cm. Col. particular

"Entre las obras
que no conocía, una que me llamó particularmente la
atención es No te vayas (1999). Un hombre joven, desnudo
y visto de espaldas voltea la cabeza para hacer contacto de
ojo con el espectador. En su cabeza hay tres pájaros
(¿la cabeza estará llena de pájaros?,
pero ellos son a la vez sicopompos, es decir, portadores de
almas) y otros dos más se le incorporan. Hay leyendas
escritas que se adhieren bien a la composición sirviendo
de disparaderos a la iconografía. En caracteres rojos,
pequeños y regulares está escrito ''vivir mata".
Esa frase debe provenir de algún lado, pues corresponde
también al título del filme de Nicolás
Echevarría.
A la mitad del cuadro, siguiendo
trayecto en horizontal, se lee: ''La muerte morirá cuando pasemos a la vida
eterna", que es poco más o menos lo mismo que
expresa Santa Teresa al decir ''vivo sin vivir en mí y
tan alta vida espero, que muero porque no muero". En
el bíceps se encuentra representado un tatuaje en
forma de corazón con las iniciales J.G. para que no
haya pierde en la identificación. Esta pintura combina
un delicado fondo en grises con los colores claros, rosados
y luminosos de la carne, acentuadas ambas gamas con los acentos
brillantes de los pajarracos y con los labios pintados de
carmín."
Teresa del Conde | La Jornada.
Fragmento del texto sobre la exposición "Carne de gallina" en el
MACO de Oaxaca, julio 2002
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